Tiempos intensos…, nuestras vidas viviendo los límites…, leyendo entre líneas.

Desde hace un tiempo, escribir se ha vuelto un ejercicio que me descarga…, me aligera…, el mismo que termina generando una especie de bitácora…, en la que va quedando registrado el camino de vida, con sus dinámicas y reflexiones…, encontrándome una vez más en mi lugar favorito para hacerlo…, en un vuelo…, y pienso, se me ha vuelto un hábito…, y sonrío.

 

El tema de los registros y la puesta en valor de lo local, ha sido desde mis inicios el lugar desde donde nació la obra…, en un tiempo en el que el lenguaje de la arquitectura se expresaba en otras direcciones y la tendencia local no consideraba al contexto y a la memoria como un punto de partida para el desarrollo de la misma…, y es justamente en este plano donde estamos viviendo acontecimientos significativos…, me refiero al incendio forestal en Quito que consumió la casa de los Moya Peralta y los archivos físicos de tantas publicaciones e invaluable material acuñado por TRAMA en más de 50 años…, y por otro lado el gran logro de Natura Futura & Juan Carlos Bamba al recibir el premio de Mies Crown Hall Américas con su obra Las Tejedoras: Centro Comunitario Productivo.

Ambos eventos se dan en el contexto de una crisis energética nacional sin precedentes…, que nos tiene viviendo en los límites…, y poniendo a prueba nuestra capacidad de gestión frente a una realidad muy incómoda, que nos frena, nos limita…, y nos pone a pensar en que sin energía eléctrica casi no funcionamos…, y toca reinventarnos para continuar.

Son momentos no imaginados…, que cambian el escenario de manera drástica…, TRAMA representa ese lugar en donde lo más importante que ha sucedido y sucede en nuestro mundo de la Arquitectura es abordado para ser documentado y puesto en valor, generando registros desde la mirada erudita, sensible y crítica del cuerpo editorial que la conforma…, pues bien…, las llamas se devoraron todo ese patrimonio…, llevándose seguramente muchos documentos únicos que ya no formarán parte de su fondo de información…, sin contar con lo que debe de significar el haber perdido esos espacios que contenían la pátina del paso de sus vidas, construido con amor y dedicación…, en los cuales se grabaron las improntas de los desafíos y los logros…,

 

Luego de este fuerte episodio…, y frente a la destrucción que se dio en pocas horas, es asombroso ver a toda la familia junto a vecinos, colegas y amigos, empezar la reconstrucción…, motivados y guiados por la determinación y el espíritu resiliente de los mayores, tal cual sabios, continúan guiando y marcando rumbos…, para volverse a levantar y continuar con su pasión y la expansión de su legado…, desde el mismo lugar que, después de unos meses, estará habilitado para seguir contando historias…, incluyendo la del renacer desde las cenizas.

El fuego consumió todo lo material…, sin embargo, los invaluables aportes generados por TRAMA se encuentran sembrados y multiplicados en un sinnúmero de escenarios culturales del país…, que ya forman parte de un patrimonio que va más allá de lo físico.

Casi al unísono…, se da el reconocimiento y el premio a la obra Las Tejedoras, ubicada en Chongón, provincia del Guayas…, visibilizando a esta región en el mapa de la Arquitectura nacional e internacional…, con una bellísima obra, resultado de la reinterpretación de la arquitectura vernácula local…, que pone en valor su materialidad, sus sistemas constructivos, sus cualidades espaciales, formales y medioambientales.

Ambos eventos se relacionan con los registros…, que se manejan regionalmente completamente diferentes a pesar de estar en un mismo país…, por un lado, los pocos registros, la invisibilidad, la frágil y precaria materialidad de la arquitectura de la costa y por el otro la destrucción de un patrimonio de valor reconocido, de materialidad tangible y visible…,

Se queman los registros…, que gracias a la tecnología tendremos un porcentaje a buen recaudo en la nube…, luego de haber sido declarados material de valor…, y con el reconocimiento a Las Tejedoras que pone en valor y visibiliza por todo lo alto la arquitectura de la costa ecuatoriana vista desde una mirada contemporánea e ilustrada…, se genera un registro contundente de ese patrimonio vivo, perecible, frágil y de escasa materialidad, tan venido a menos a pesar de sus valores.

Hemos sido mapeados…, ya existimos en el circuito internacional de la arquitectura.

La incomodidad de nuestra presente realidad…, que no nos quite la posibilidad de sentir que La vida es bella…, tanto así, que los Moya Peralta están sacando energía y recursos de donde seguramente pensaron que no existían…, para levantarse y volver a empezar…, fortalecidos…, y pasados por fuego…, y desde la costa tenemos la gran oportunidad de disfrutar y reflexionar en relación al reconocimiento otorgado a Las Tejedoras que nos posiciona y le da peso a los valores de la arquitectura vernácula de nuestro lugar…,

Me encanta leer entre líneas…, relacionar los eventos…, y encontrar lo que suma…, aunque parezca que todo está perdido.

 

Texto escrito por María Isabel Fuentes Harismendy

Septiembre 2024

 

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